“El movimiento con intención conduce al aprendizaje óptimo“
– Paul E. Dennison
Aprendiendo con todo el cuerpo. El cerebro y el cuerpo se asocian para aprender juntos. Esta es una afirmación más que demostrada por múltiples investigaciones. Atrás ha quedado la idea, de que el aprendizaje sólo ocurre a nivel mental, y que el cerebro era el asiento de todas las neuronas.
Todo estímulo o pieza de información proveniente de nuestro medio ambiente, es detectado por nuestros sentidos, por nuestra piel e incluso por nuestros órganos. Estos generan en nosotros las emociones, placenteras o no, que desatan reacciones en nuestros músculos y huesos.
Para que el cuerpo se mueva, debe recibir una orden del cerebro, por lo que si el cuerpo está activo también lo está el cerebro.
Aprender con todo el cuerpo significa entonces, involucrar no sólo todos nuestros sentidos en el proceso, sino también el sistema musculoesquelético o locomotor.
Esto produce que el aprendizaje sea una experiencia multisensorial y de movimiento, la cual se alimenta también con nuestras emociones, nuestra motivación y el conocimiento previo, almacenado en nuestro sistema de memoria.
A través de esa interrelación entre los sentidos y los movimientos musculares, se construyen redes neuronales que nos permiten la comprensión del mundo en el cual nos desenvolvemos.
Cuando nos movemos, la nueva información es grabada e integrada en nuestras redes neuronales, que se van multiplicando en la medida en la cual vamos aprendiendo.
Entonces, la experiencia de aprendizaje ha de ser diseñada de tal manera, que la información a comunicar llegue a los estudiantes por diferentes vías; que sea posible para ellos ver, escuchar, sentir e incluso oler si es posible, todo lo relacionado con aquello que están aprendiendo.
Contar con los dedos o moviendo la cabeza, recitar un poema en medio de una sesión de baile, memorizar una fórmula matemática con marcha o a ritmo de rap, realizar simulaciones con un fondo musical, presentar videos cortos que apoyen el tema, tararear, silbar, dibujar, hacer mímicas, etc.
Son infinitas las posibilidades de integración de los diferentes sistemas de representación con el aparato locomotor.
Esto nos lleva a involucrar todo nuestro cuerpo en el proceso de aprendizaje, haciendo de esta una experiencia fácil, rápida y duradera en el tiempo.
¡A mover entonces el cuerpo en las actividades de aprendizaje!
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1 comentario en “Aprendiendo con todo el cuerpo”
Gracias Adrian por traer a la mesa este tema que me encanta, el aprendizaje ocurre desde lo mental, emocional y corporal porque somos seres humanos integrales y de esa misma forma es como absorbemos información y sobre todo como aprendemos y nos tranformamos. De otra manera, no ocurre el aprendizaje, sino que se trata de un tema de pura memorización.