“Quien enseña, aprende al enseñar y quien aprende, enseña al aprender”.
– Paulo Freire.
Robert “Bob” Pike (http://cttnewsletters.com), es un excelente facilitador de facilitadores, un maestro. Nos dice en su Quinta Ley del Aprendizaje: “Sabes cuánto has aprendido, cuando te toca colaborar en la educación de otros”. Afirma “Cuando puedes transferir con éxito el aprendizaje obtenido por ti a otra persona, es cuando puedes afirmar que como Facilitador sé que he hecho mi trabajo bien. Es una confirmación de mi competencia, cuando puedo comunicar lo que sé a otra persona.”
El psiquiatra William Glasser (http://www.wglasser.com), refuerza este enunciado al afirmar que: “aprendemos alrededor de un 95% de lo que enseñamos”.
Cuando vamos a enseñar un tema específico, nos preparamos de manera especial, apelando a todos nuestros recursos, yendo más allá de pensar en decir lo que sabemos. Buscamos información, estructurándola, analizándola, organizándola, elaborándola y transformándola de manera tal, que podamos comunicarla, no sólo de forma racional sino también emocional a nuestros Socios de Aprendizaje, para que ellos la comprendan claramente.
El resultado, al final del proceso, es que hemos consolidado nuestro conocimiento y dominamos el tema con mayor profundidad, que antes de haberlo compartido.
Desarrollamos nuestra maestría, en el proceso de preparar nuestros métodos de aproximación, explicación y demostración. Perfeccionamos el conocimiento, cuando hacemos del aprendizaje un diálogo, que establecemos con nosotros mismos y con aquellos con quienes vamos a compartirlo.
Como facilitadores, establecemos con nuestros Socios de Aprendizaje, relaciones dinámicas que nos fortalecen como personas. Junto a ellos, somos generadores activos de los resultados obtenidos, intercambiando visiones y percepciones.
Enseñar es entonces, un proceso que va más allá de la comunicación de conocimientos. Es un espacio de encuentro, en el cual los interlocutores (facilitador y aprendiz) buscan dar significado a la información adquirida.
Cada Experiencia de Aprendizaje en la cual participamos como facilitadores, se convierte en una gran oportunidad de conocer y contrastar nuestros puntos de vista, con el de cada uno de nuestros Socios de Aprendizaje.
Desde nuestra diversidad, obtenemos un sinnúmero de ganancias al recibir y ofrecer retroalimentación, nos enriquecemos al compartir nuestras vivencias, experiencias y forma particular de ver y entender el mundo. Esto es lo que hace del proceso de aprendizaje un círculo virtuoso, en el cual todos tenemos algo que enseñar a y algo que aprender.
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One Response
Gracias por compartir!! esta 5 ley de Pike, me encanta, considero funciona como compartir tus conocimientos, ayudarte a confirmar lo aprendido y reforzarlo pero sobre todo, ayudar a los demás a conocer algo más cada oportunidad. Me encanta en pensar en incrementar tu sentimiento de satisfacción al aprender y ayudar. Gracias!