La curiosidad es uno de los secretos mejor guardados para desarrollar nuestra creatividad y capacidad de innovar.
Seguimos avanzando, abriendo nuevas puertas y haciendo cosas nuevas, porque somos curiosos y la curiosidad nos lleva por nuevos caminos.
Walt Disney
La han ocultado con frases que la descalifican, tales como: “La curiosidad mató al gato”, “Eso te pasa por curioso”, “Ya deja la preguntadera, muchacho”, “La curiosidad te consume”, entre otras muchas.
Pienso que la curiosidad es una poderosa habilidad que se desarrolla, y que nos permite recorrer con mucho vigor el camino de la creatividad.
La capacidad creativa es como otras capacidades humanas, inherentes a nuestro ser. Así son la capacidad de amar, el talento, la capacidad de filosofar, la bondad, la capacidad de relacionarnos con otras personas; son todas características naturales del ser humano.
Es natural entonces en las personas el ser curiosas.
La curiosidad, como todas las demás virtudes humanas, se va perdiendo por razones ajenas a la persona. Familias castrantes, escuelas de mala educación, empresas rígidas, sistemas de gobierno corruptos.
Cuando el ambiente es favorable e incluso cuando no lo es, somos creativos. Creamos todo el tiempo. A veces, ni cuenta nos damos de ello. Pero, cuando el ambiente es propicio, florece nuestro intelecto y explotamos de forma óptima nuestro potencial creativo.
Te pregunto: ¿Qué fue lo último que creaste? La respuesta es sencilla: Creaste tu respuesta a mi pregunta.
¡Todos creamos todo el tiempo! Al pensar, al decidir, al actuar, al cocinar, al existir. Cada día, vivimos en nuestras creaciones o las de otros. Claro, si hay un acto disciplinado de curiosidad y luego de creación disciplinada, la creatividad produce resultados cada vez más sofisticados.
Por eso, nos corresponde a todos cultivar ese ingrediente de la creatividad que es la curiosidad. Ella contribuye a que observemos el mundo con ojos distintos, con admiración antes sus maravillas, con sorpresa ante sus fenómenos, con asombro frente a su grandeza o su belleza, con extrañeza ante lo feo, lo desconocido o lo inexplicable.
Todas estas actitudes, se vuelven disparadores para las emociones que motorizan nuestras acciones de vida.
La curiosidad alimenta nuestro deseo de conocer más sobre nosotros mismo, sobre el mundo en el cual vivimos y otros que aún no hemos descubirto.
Llegar, como decía la frase de una serie de televisión muy popular: “Donde nunca antes nadie ha llegado”.
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5 Responses
“La curiosidad mató al gato”,, pero murió aprendiendo…
Excelente artículo….
Exactamente, creo que la curiosidad es algo que se ah subestimado en la educación al no darle el realce que merece y las frases que generan temor hacia la misma.
La curiosidad y creatividad son las puertas hacia el asombro que tanto buscamos.
Gran artículo! 😃
¡Me alegra saber que no subestimas tu curiosidad y que la educas! Te invito a seguir traspasando las puertas del asombro, a las cuales te invitan a transcurrir. ¡Gracias por tu comentario! Comparte con tus amigos y compañeros. ¡Saludos!
Existe la creencia de que la creatividad esta reservada solo para las grandes mentes, los grandes genios. Si ellos alcanzaron tales niveles de creatividad «con un acto disciplinado de curiosidad y luego de creación disciplinada», como muy bien señalas, los demás podemos también hacerlo.
¡Qué bueno que tú no tienes ese problema, siendo tú una «genial» y muy creativa mujer! Con disciplina personas comunes, desarrollan actos creativos maravillosos. Mi mejor ejemplo es Johannes Gutenberg (c. 1398–February 3, 1468). Era un sencillo herrero y orfebre, considerado hoy el principal inventor de segundo milenio. ¡Gracias por tu comentario!