En presencia de la grandeza, la mezquindad desaparece
– Peter Senge
Dados los tiempos frenéticos que corren, para las organizaciones, el cambio, incesante y complejo, ya no es la única constante, ya que la velocidad también se ha hecho presente en todos sus ámbitos.
Los líderes de las empresas, cuentan cada vez con menos tiempo para analizar y tomar decisiones, los clientes desean una mayor velocidad de respuesta, por lo que hay que procesar a mayor velocidad los cada vez mayores volúmenes de información; la producción debe ser más rápida, y los tiempos de respuesta más cortos.
La información pierde vigencia a en períodos cada vez menores; lo que ayer era una novedad, es ya hoy obsoleto.
En este contexto de velocidad y cambio, resulta un inmenso reto para las organizaciones desarrollar procesos educativos efectivos y oportunos, que respondan a las demandas de cambio y velocidad.
Solo las empresas que privilegian el aprendizaje (organizaciones que aprenden), y a través de él han fortalecido su posición competitiva, están lo suficientemente preparadas para actuar en estos entornos tan exigentes.
La estructura de estas organizaciones, está diseñada de tal modo que todo su personal está comprometido con el aprendizaje y cada espacio permite su promoción.
Sus miembros crean equipos de trabajo que llevan adelante proyectos específicos y que tienen autonomía para generar sus propias reglas y modos de desempeñar sus roles. Todos cuentan con habilidades diferentes, que se potencian y complementan entre sí (trabajo colaborativo) y cada uno es un líder en sí mismo. Todos los miembros del equipo, comprenden que trabajando juntos, aprenden más y a mayor velocidad.
La organización que aprende, desarrolla la flexibilidad, lo que les permite aprovechar las oportunidades que ofrece el entorno para rediseñar sus procesos y procedimientos, así como adaptarse, reinventarse y revitalizarse para afrontar los requerimientos del entorno y las realidades del mercado y los negocios.
Consideran las fallas y errores como oportunidades para mejorar y crear nuevas y distintas formas de hacer las cosas (creatividad e innovación).
Todos los colaboradores tienen acceso a información relevante, lo que les provee de herramientas para participar en la resolución de problemas.
Las organizaciones que aprenden, fomentan el compromiso en la mejora de los procesos y la comunicación transparente. Los empleados son animados a expresar sus puntos de vista y opiniones, que son valorados y considerados importantes.
Estas características permiten a las organizaciones que aprenden, blindarse y construir un frente común para responder con la rapidez necesaria, a las demandas del medio.
¿Qué otras características consideras que tienen las organizaciones que aprenden?
Comparte con nosotros tus opiniones.
Sigue mi cuenta en You Tube: https://www.youtube.com/AdrianCottin
#pcottin #AdrianCottin #coach #coaching
Twitter @pcottin Instagram @agcottin
